jueves, 1 de marzo de 2007

Ponencia de Participación Ciudadana

PONENCIA DE PARTICIPACION CIUDADANA

Como RED 39 entendemos que la participación ciudadana es una cualidad básica de la democracia y que sin ella se trata sólo de un acto simulado, limitado en mejor de los casos a una alternancia insulsa.

Sostenemos que la participación ciudadana es un derecho fundamental de las personas, vivan o no en un régimen con pretensiones democráticas. Sin embargo, como ciudadanos que participan, estamos dispuestos a explorar el concepto más allá del tema de los derechos, sobre todo porque consideramos que vía la participación de los ciudadanos existe la posibilidad de enmendar de manera importante el camino que tantas veces han errado los políticos.

La participación les da a las personas y comunidades un sentido de utilidad y protagonismo que permite que fluya la contribución que los seres humanos podemos hacer más allá de nuestro entorno inmediato y que nos comprometamos en misiones, proyectos y acciones concretas que nos benefician como colectivo. Es decir, se libera el impulso creativo y solidario que es característica de nuestra evolución como especie.

Desde luego la llamada “democracia representativa” entiende la participación en primera y última instancia como algo vinculado al acto de sufragar, de tal suerte que el voto se da también como un acto de fe en el que los ciudadanos no retienen para si ninguna facultad que les permita vigilar, presionar, o inclusive retirar de sus cargos a quienes hayan defraudado el compromiso de servir a los intereses públicos que les llevaron a un cargo.

En un estado antidemocrático como el nuestro la participación ciudadana ha sido imposible y aunque resulta inocultable la ceguera, la soberbia y la ambición desmedida que invade a los políticos cuando con parte de las redes del poder, hemos de reconocer que esto ha sido posible porque a los ciudadanos nos ha invadido la ignorancia, la pereza y la comodidad de que los otros decidan nuestro destino para así no asumirnos como responsables de los problemas que nos aquejan.

Contar con personas respetuosas de una ética democrática, informarse, trabajar y exigir es más complicado, pero más satisfactorio y productivo, aún en ausencias de reglas establecidas, que vivir un sistema de reglas “democráticas” en manos de personas que no las respetan.

Creemos que la democracia debe ganarse día a día. Es un proceso, un camino, y una opción de vida que subsiste mientras actuemos, operemos y conduzcamos todos. La democracia la concebimos entonces, como una forma ética de vida colectiva y cotidiana.

Pensamos que se nos presenta una gran oportunidad de comenzar a construir una democracia participativa a partir de una crisis política, social y económica que se ha desbordado con las elecciones del México dormido.
Las diferencias, el contraste de ideas, las discusiones y hasta las peleas, las descalificaciones y el odio, nos llevan a tocar fondo y empezar a actuar.

Los ciudadanos estamos ávidos de aprender lo que significa el diálogo, la formación de la libre opinión, la negociación, el respeto a la diversidad, la lucha por el bien común y la justicia.

Anhelamos instituciones que recojan la opinión y la exigencia ciudadana y se rijan con una ética que termine con la impunidad, la corrupción y la mentira. Deseamos gobiernos incluyentes que promuevan la injerencia de los ciudadanos en las decisiones del ámbito público. Gobiernos que consideren la participación ciudadana como una materia escolar, como parte de la educación formal de nuestro pueblo.

LA LEGISLACIÓN SOBRE PARTICIPACION CIUDADANA

Desde hace más de diez años, a nivel estatal, los congresos locales, se han dado a la tarea de formular leyes que procuren la participación ciudadana; sin embargo, dichas normas se caracterizan, principalmente, por acotar la intervención ciudadana a la definición de la implementación de recursos públicos, es decir, participación ciudadana se reduce a lo administrativo, donde el aparato burocrático, por sus características impide incidir en decisiones de mayor relevancia.

En este contexto, lo que ocurre es que las disposiciones legales representan un avance en el sentido de generar condiciones para la participación, pero sin el impulso que representaría el que los ciudadanos nos sintamos verdaderamente protagónicos y llamados a ocupar y dar contenido a estos espacios que prevé la ley, la realidad es que esta seguirá siendo letra muerta.


LA PARTICIPACION CIUDADANA EN EL MOVIMIENTO DE RESISTENCIA

La participación ciudadana es un tema que México necesita para resolver las cuestiones de fondo que nos tienen atorados en la pobreza y la inequidad, sin embargo, no se trata de un puerto de arribo sino de un camino. Por ello planteamos que a partir de ahora el movimiento de resistencia debe plantearse condiciones mínimas que contribuyan a reforzar su propio carácter democrático.

Para ello proponemos lo siguiente:

1.- Mantener un espacio (carpa) en cada Delegación del D. F. y cada Municipio de la República Mexicana, que reciba al movimiento de resistencia y le permita desarrollarse .
2.- Para que las decisiones del movimiento no sean una farsa democrática, debemos realizar con todo el rigor posible las consultas populares sobre los temas más relevantes.
3.- Diseñar y echar a andar una campaña de educación y promoción de la Participación Ciudadana y llevarla a cabo en toda la República Mexicana.
4.- Insertar el tema de participación ciudadana (como taller) en el ámbito escolar en aquellos estados y municipios en donde podemos incidir, para elaborar un ejercicio educativo y realizar un diagnóstico.
5.- Elaborar y difundir un directorio de los Delegados para poder compartir información y crear acciones solidarias entre los mismos.
6.- Elaborar y difundir un directorio de todos los servidores públicos de los niveles Municipal y Delegacional, Estatal y Federal y de los representantes de todas las jurisdicciones como Regidores, Diputados Locales y Federales, y Senadores de la República, que sirva como herramienta del ciudadano para establecer la comunicación directa con sus representantes tanto para exigir rendición de cuentas, como para proponer acciones y soluciones a los problemas de la comunidad.

1 comentario:

A.Quintana dijo...

Pienso que este tema afecta a todas las democracias no solo a la mexicana. También en España que comenzamos ahora la confrontación electoral me entran muchas dudas si realmente vamos a elegir a gente que sean nuestros representantes políticos.
¿Representantes? Por eso cada dia surgen otras alternativas diferentes a los partidos... que intentan crear nuevas relaciones sociales que nos dén a los ciudadanos más poder. Algo de eso planteo en http://bajomilenguaje.blogspot.com/
Saludos, A. Quintana